15 de julio de 2010

El proceso de la muerte y cómo enfrentarla

Artículo rescatado de la revista ´Budismo hoy´del 2003, escrito por Lopon Tsechu Rinpoche, un gran maestro del budismo tibetano, ampliamente reconocido en los Himalayas, con muchos estudiantes en Oriente y Occidente.


"Cuando en el budismo tibetano se habla de "Bardo", generalmente se quiere hacer mención a la fase entre una vida y la siguiente, sin embargo, el verdadero significado de la palabra es <<>> y de esta forma va mas allá del significado corriente.

El bardo de la muerte, que normalmente se experimente de forma muy dolorosa, se inicia a partir del momento en que uno está seguro de que va a morir. Dura hasta el momento en que aparece la clara luz de nuestra mente, experiencia que es explicada como el tercer bardo. El segundo bardo trata sólo del proceso de la muerte.

Los seres con las mas altas habilidades no atraviesan todos los bardos. La muerte se explica en formas diferentes. Una de ellas afirma que es como si se quebrara un jarrón, y el aire de adentro se mezclara con el aire de afuera, de modo que ya no quedara ninguna diferencia entre ambos.

Los realizadores con algo de conocimiento, pero que todavia no están completamente iluminados, son capaces de morir de una manera muy despreocupada, que se describe como la muerte de un niño pequeño, de un mendigo, o de un león en las montañas, para ellos la muerte no es tan cosa pues no tienen ese apego tan fuerte, ya se han liberado de los apegos que tienen normalmente los seres. Con frecuencia mueren con gusto solos, y no hay entonces nadie que note su muerte. Asi, no tienen montones de gente a su alrededor que lloren y los quieran retener. Simplemente se retiran, desaparecen del mundo, y luego mueren.


Los seres corrientes experimentan el proceso normal de la muerte, que se explicará aquí:

Nuestra vida en la existencia física se realiza a causa de los cinco elementos, y son éstos los que mantienen nuestra forma física mientras vivimos. En el momento de la muerte se disuelven de nuevo, y se presentan los llamados externos, internos y secretos.

El signo externo de que el elemento tierra se disuelve en el elemento agua, es que nuestro cuerpo pierde la fuerza y ya no podemos mantenernos erquidos. No podemos volver a levantar nuestro cuerpo o nuestra cabeza, y estamos tan débiles, que no podemos sostener nada en nuestras manos. El cuerpo se empieza a disolver. Entramos en pánico. Pues aunque estemos acostados, tenemos todo el tiempo, la sensación de caer. Deseamos que la gente que nos rodea nos ayude o nos sostenga.
El signo interno lo experimentamos como falta de claridad mental, ya no podemos concentrarnos mas, y estamos confusos. El signo secreto es que uno experimenta una especie de vibración, esto puede ocurrir también con una clase especial de meditación, pero aquí se presenta de forma automática.


Luego se disuelve el elemento agua en el elemento fuego. El signo interno es que el cuerpo se reseca. La boca y la lengua se secan cada vez mas, sin importar cuanto se beba. Uno tampoco puede controlar ya el movimiento de la lengua. El signo interno, es que se siente mucha irritación, y uno se pone fácilmente irascible, el signo secreto es que se experimentan apariciones brumosas.
Luego se disuelve el elemento fuego en el elemento aire, y el signo externo de esto es que disminuye el calor corporal, el aliento pierde su tibieza, es mas bien como aire frio, pierdes el calor lentamente, desde los pies hasta el resto del cuerpo, hasta que éste queda completamente frío. El signo interno es que la mente está aun mas confusa, tampoco es clara la concepción del mundo exterior, uno no está seguro de si ve algo o no. Como signo secreto, aparece una luz roja tilitante, similar a la de las luciérnagas.

Luego, cuando la cesa la respiración se disuelve el elemento aire en la conciencia. Primero respiramos muy rápido, luego exhalamos por largo rato, y tenemos grandes dificultades para inhalar de nuevo. Finalmente, exhalamos por última vez, y se disuelve el elemento aire en el espacio. Puesto que ya para este momento se ha disuelto toda la base física de nuestra existencia, los sentidos, que experimentamos a causa de esta base, se han disuelto también. Esto significa, que ya no podemos ver, oir, gustar, oler ni sentir. Este es el peor momento, y si no tenemos un karma muy bueno, realmente entramos en pánico. En este momento se pueden tener las mas horrendas visiones.


El momento en que se separan la conciencia y el cuerpo es el momento realmente crítico. Aquí uno puede mantener el control si ha practicado muy bien durante su vida. Si uno ha desarrollado una práctica estable y algo de comprensión, logra tener en este momento la mente bajo control. De otra manera, es un momento muy doloroso, en el que la gran mayoría de la gente sufre mucho. Cuando se ha acumulado mucho karma bueno, uno recibe ayuda en ese momento, puede tener por ejemplo, visiones de los protectores del dharma y de las dakinis, que vienen a ayudarnos en este momento difícil.




Cuando la respiración externa ha cesado, pero todavía sique una respiración interna, uno no está completamente muerto. Por esta razón, sucede que, a veces las personas vuelven a la vida después que ha cesado su respiración externa. Puesto que, el suspender de la respiración externa no es la muerte definitiva, es muy bueno que un compañero del dharma, o alguien que sepa un poco de las enseñanzas pueda estar cerca del cuerpo. Como mínimo sería muy positivo dejarlo por tres dias, o hasta un poco mas, pero esto, naturalmente depende del clima. Si es caliente no podrá conservarse mucho tiempo. El proceso de la muerte debe haber terminado antes de que el cuerpo sea cremado. Saberlo es muy importante, ya que lo podemos aplicar para nosotros.

Con la continuación de la respiración interna, se experimentan signos especiales, que se llaman manifestación, incremento y logro, y que requieren alguna explicación. Lo que sucede aquí, es que uno tiene las experiencias internas llamadas blanco y rojo. La secuencia en la que ocurren, es descrita en diferentes formas, y el autor del texto que comentamos aquí se fundamenta en las aclaraciones del Kalachakra Tantra: en el interior de nuestro cuerpo tenemos un canal central de energía, en cuyo extremo superior se encuentra la esencia que recibimos de nuestro padre durante la concepción: el elemento blanco. Y en el extremo inferior la esencia de la madre: el elemento rojo.

El elemento blanco cuando empieza a disolverse y a moverse hacia abajo, se disuelven en nosotros treinta y tres estados mentales que tienen que ver con la agresión y la aversión, y tenemos la experiencia de que todo se torna blanco. Luego, el elemento rojo de la madre, empieza a moverse desde su posición debajo del ombligo, hacia arriba. Cuando ocurre, experimentamos que todo se vuelve rojo, y cuarenta estado mentales relacionados con el apego y el deseo, se disuelven.
Cuando la esencia blanca del padre y la esencia roja de la madre se encuentran en nuestro cuerpo a la altura del corazón, se disuelven siete estados mentales que tienen que ver con la ignorancia, y todo se vuelve negro. Aquí nos puede ayudar mucho nuestra práctica. Si hemos recibido instrucción directa de nuestro maestro y conocemos bien el dharma, en ese momento tenemos la posibilidad de reconocer, la clara luz de nuestra mente. La verdadera naturaleza de la mente aparece en ese momento para todos los seres, ya sea que lo comprendan o no. Si nos hemos preparado para esto, tenemos la oportunidad de reconocer la clara luz de la mente en ese mismo instante. Si no, no la percibiremos en absoluto, y simplemente nos desmayaremos.


Al inicio del proceso de la muerte experimentamos la disolución de los elementos, lo que resulta muy abrumador. Por ejemplo: cuando se disuelve el elemento tierra en el elemento agua, se tiene la sensación de ser aplastado por una montaña gigantesca, y se escuchan ruidos ensordecedores.
Cuando se disuelve el agua en el fuego, a menudo tenemos la impresión de ser arrastrados por una inundación, como cuando un océano viene hacia nosotros. Cuando el fuego se disuelve en el aire, oímos y sentimos como el fuego del final de esta era. Cuando el viento se disuelve en la conciencia, se siente tanto miedo como el que produce el ruido de miles de truenos al mismo tiempo.

Lo que nos ayuda en este momento es abrirnos al aspecto búdico propio o al maestro. Aquí recibiremos la protección que nos lleva a través de esa fase tan difícil, y que evita que seamos arrastrados por todas esas impresiones. De otra forma, es sólo cuestión de que tan bueno o malo es nuestro karma. Normalmente uno no puede influir en esos procesos. Cuando nuestro cuerpo está muerto, nuestra mente sigue vagando en una especia de cuerpo mental. Las impresiones se vuelven entonces muy fuertes. Si aparece un lugar en nuestra mente, estaremos alli de inmediato, lo veremos todo sin ser vistos por los demás. Esto produce mucha confusión, pero en este momento tenemos la oportunidad de aplicar lo que aprendimos durante esta vida.

Por esta razón, debemos recordar la transitoriedad, debemos saber que todo nos sucederá a nosotros. Es importante aprovechar el tiempo, y prepararse para ello, de modo que uno pueda manejarlo. Entonces no tendremos nada de qué arrepentirnos a la hora de nuestra muerte.

Debemos practicar tan bien como podamos las enseñanzas de buda, y procurar que nuestra energía no se use enteramente en actividades mundanas, tenemos que encontrar aquí un balance puesto que cuando ha terminado algo, normalmente y de inmediato aparece algo nuevo que hacer, y asi sucesivamente. En nuestras vidas nos damos empleo a nosotros mismos todo el tiempo, y debemos recordar qué es importante y qué no. Luego pondremos nuestra energía aquello que es realmente importante, con el objetivo verdadero de eliminar el apego a esta vida.



Los últimos momentos de nuestra vida son muy poderosos. Lo que tengamos en mente, en nuestra última exhalación es una impresión muy profunda, y producirá resultados inmediatos. Si tenemos mucho karma bueno y no nos queda ningún remordimiento, no será un gran problema. Pero si a causa de la ignorancia nos hemos comportado de forma negativa y todavía traemos esas acciones con nosotros, ha llegado el momento de arrepentirse seriamente, porque sólo entonces podremos desembarazarnos de ella. Esto es muy significativo para la forma en que experimentamos el siguiente bardo. Quiere decir, que en este momento, es posible cambiar muchas cosas, cambiar y limpiar mucho karma. Aunque uno formule peticiones fuerte, se producirán los resultados, pues es un momento de gran poder que logrará que se cumplan mas tarde.



Ya se mencionó que es muy útil tener a alguien que lo yude a uno en el proceso. Lo mejor sería si se tratara del propio maestro. Pero si esto no es posible, también es muy bueno que tengamos un amigo del dharma con el que tengamos un vínculo puro, y pueda recordarnos lo que tenemos que hacer, puede decirnos: "Ahora estás muriendo y debes acordarte de las enseñanzas, de tu yidam, del maestro, etc." Recibir esta clase de ayuda en este momento es extremadamente provechoso. Por otro lado, puede ser perjudicial, si la gente a nuestro alrededor, ya se trate de amigos o seres queridos, estén ahí simplemente llorando y gritando, clamando que no nos vayamos.

[continuará]